El pasado no es tan malo: te enseña aquello que no quieres ser, o no quieres repetir, pero también, aquello que quisieras mantener. El pasado no es tan malo.

El pasado no es tan malo: te enseña aquello que no quieres ser, o no quieres repetir, pero también, aquello que quisieras mantener. El pasado no es tan malo.
Que quede un agridulce vestigio, del año en que quise morir pero no lo hice.