A Isabel Villanueva, mi abuelita, -ita, con ese diminutivo que, para ella, denotaba cariño.

A Isabel Villanueva, mi abuelita, -ita, con ese diminutivo que, para ella, denotaba cariño.
Me desgarraba el alma, mi mente repetía infinitamente el momento, recordaba todo, recordaba el miedo, mi cuerpo inquieto, deseoso de salir corriendo, de no estar ahí, de que fuera un sueño.